Ingratitud

Ingratitud

Soy  perra, no gata.  A mí nadie me humilla.

“Tía, ven, que estás cansada.”

No estoy cansada. Sólo que nadie me deja sangrando.

“Parece que la política te ha acalorado.”

Qué política ni ocho cuartos, lo que pasa es que últimamente

esos malditos hijo’eputas se pasan contemplando las ratas.

juegan con sus rabos, me han puesto a Mí a cazar.

Eso sí, a la hora de comer enseguida quieren que yo se lo dé to’

mastica’o.  Acha, no puede ser, perra ingratitud. Hoy alzo bandera,

porque yo si soy una dama. A mí nadie me hace menos.

Si quieren algo de comer, que se eduquen.

“Tía, y dale con lo del sermon y la politica.”