Tu guarida favorita
Tu guarida favorita Aparecí y ahí estabas fumando y tomando cerveza. Te conté que te había escrito unas palabras pero nunca me escuchas, solo te desvistes en un superfluo silencio de contradicciones, cierras los ojos y humedeces los labios, mientras yo me pregunto; ¿Qué luz traes contigo, en que tul estabas enmarañado cuando te deje con la acuosa quimera en las pestañas, desnudos—tu y yo—relamiendo llagas al tiempo. ¿Cómo se siente ser despojo en la garganta?