Adobo Criollo Sergio Antonio Ortiz Rivera

Otra tal vez la última mentira que escondo bajo la luna blanca de mis uñas. Otro, tal vez el único recuerdo perdido del eco sigiloso en voz de hombre seducido. Otra, no está vida, camina mareada  en el desvelo  de tu piel.

Desprecio No dormiré. Me acostaré inmóvil hasta que llegue el alba. Mis pupilas esconden todo lo desechado. Tiraré mis piernas al mar para ver cómo me hundo. Cuando abra mis ojos comprenderás que estoy tuerto de sol y luna. Así soy yo de sangre fría. He pervertido hasta tu desprecio.

Tegucigalpa Llegué por aire desde el gris de la memoria, a los pinos más hermosos que continúan pintando la sal de mis perladas nubes isleñas. No dejo de inhalar tus fragancias, Catedral donde cante villancicos en francés. Brisas soplan alegres, acogidas a manos inocentes. Despunta el revuelo de las aves marcando el alba y el crepúsculo con su trova. Allí aprendí que el sol cristaliza la memoria. Luna bruja, hechizaste mi vasija rota.

The Portrait Night winds coil the sunless hours as daylight wiggles out of darkness. A kingly fez, curved by a green turban, spun round His hallowed head. Humble, my beloved, the painter could not gaze into His face. He took his hands, so blessed, and smoothed the crests on His garb. The painter had no choice, he bowed in shame.

Nota sobre la mesa - imitando a William Carlos Williams Quiero que lo sepas que los mangos que dejaste sobre la mesa estaban ricos. Dulces, bien maduritos. Gracias por el café. No olvides que Enrique y los muchachos vienen esta noche a tomarse unas cervezas. Ellos y sus esposas. Ángela llamo, Miguel salió bien en todos los exámenes. Ya no hay que preocuparse por el cáncer.

Eco de Lluvia Nadie te comprende como yo. Escucho en el silencio de tus manos aire prendido en llamas navegando dentro de mi llanto. La estrechez de mis paredes se derrumba de solo mirar tus piernas. Bailamos esta pieza con la muerte sin recordar que nos prometió la vida. Reclamo dos suspiros y una guirnalda.  Si tu amante no regresa ahogaremos nuestras penas juntos, cual piedras mojadas, girando sobre el eco conturbado de la lluvia.

Four Saints and a Demon Chewing Tabacco These are the troubled times of tortured folksongs, before the last war ended and I am no reincarnation of Dylan Thomas. This is when I and I get married, age together, die in Montevideo, before the last war ended and rediscover the secret of life reincarnated as Allen Ginsberg at the wake for Sal Paradise, tobacco and Sunday paper in hand, before the last war ended. I consider implants, and reincarnate as Gertrude Stein.