Hacia adentro
Hacia adentro Llegaste a mi vida removiéndome el polvo de los años, inundando el corazón de muelles. Ahora el mutismo es la fórmula de tu arrogante orgullo, y tus surcos enredan mis pasos. * Yo caminaba a ciegas sobre mi propia senda ceñido en el misterio de no ser hembra. * Mi isla abrió de nuevo sus heridas para hacerme ausencia en tus palmeras. ¿Dónde está la muerte? ¿En qué agujero acompaña al juego de luces de una vela? No quiero este tiempo repetido, ni el tímido silencio de una dalia.