Si Ulises muriese un dÃa martes cualquiera Es el calibre del agujero que deja, la intensidad de la herida, la cuenta bancaria (dentro de mi corazón) donde guardo las páginas agotadas de mi vida. Es imaginarme lo inimaginable, la lánguida calle lateral, mi Ulises sin su DublÃn. Es el clima tácito al que nos referimos cuando no hay campeón, ni comodidad alguna dentro de mi bungaló. Sé qué textura tus muslos se ven obligados a rendir en mis sueños. Soy quien no quiere clausura, que tu voz no desvanezca sobre un horizonte separado al mÃo.