Para Cuando
Para Cuando He leído los hilos de las telarañas para descubrir como blanquear mis piernas heridas. He caminado sobre brazas para tirar del corazón a la razón. Mas nada me ha servido de alivio. Me sigo gastando a solas bajo los puentes de Ámsterdam a la altura de un cuerpo seco. He vivido tantos años que no siento la brisa, solo la resequedad en mi lengua. He sentido tanto temor que ni el cielo me brinda consuelo. He nadado sin cesar para nunca llegar a mi tiempo justo. Y así sigo, sin justicia, como un mapuche desterrado de la realidad de la tierra madre por carabineros dispuestos a matar.