Para Cuando
Para Cuando
He leído los
hilos de las telarañas
para descubrir
como blanquear mis
piernas heridas. He caminado sobre brazas
para tirar del corazón
a la razón.
Mas nada me ha
servido de alivio.
Me sigo gastando
a solas bajo los puentes
de Ámsterdam a la
altura de un cuerpo seco.
He vivido tantos años que no siento la brisa,
solo la resequedad en mi lengua.
He sentido tanto temor que ni el cielo
me brinda consuelo. He nadado sin cesar
para nunca llegar a mi tiempo justo.
Y así sigo, sin justicia, como un mapuche
desterrado de la realidad de la tierra madre
por carabineros dispuestos a matar.
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