Madrigal a la ciudad de Santiago Llueve en Santiago Mi dulce amor. Blanca camelia del aire brilla su tiniebla al sol. Llueve en Santiago por la noche oscura. Hierbas de plata y de sueño cubren la desierta luna. Mira la lluvia en la calle, queja de piedra y cristal. Mira el viento desvaÃdo surco y ceniza tu mar. Surco y ceniza tu mar, Santiago, lejos del sol. Agua de mañana antigua temblando en mi corazón. Nocturno del adolescente muerto Iremos callados a orillas del vado para ver al adolescente ahogado Iremos callados a orillas del aire, antes que ese rÃo se lo lleve al mar. Su alma lloraba, herida y pequeña, bajo los aromas de pinos y hierbas. Agua despeñada bajó de la luna cubriendo de lirios montañas desnudas. El viento dejaba camelias trilladas en la hoguera mustia de su boca triste. ¡Vienen mozos rubios por montes y prados Para ver al adolescente ahogado! ¡Viene gente oscura de cumbre y de valle Antes q...