Dadle la Espalda a lo Incierto
Dadle la Espalda a lo Incierto
Antonio ve, busca la guija,
que es noche de despedidas.
No olvides el vino. Pedro, enciende
las velas, que Mara escoja la música.
Pongan sus dedos sobre la tabla.
Sepan que no se vale temblar
al sentir el hielo seco del tiempo
rebuscando pozos petroleros
sobre nuestras entrepiernas.
Hoy despedimos al deseo,
o al amor, su fabula,
el friso de su cólera,
la sepia dorada de sus malos
recuerdos, dándole la espalda.
Bajaremos al círculo letrado
de nuestros tamices
incrustados en las bocas arteriales
de la risa y el adiós.
© Sergio A. Ortiz, June 1, 2010
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