Curriculum en español
Sergio Antonio Ortiz Rivera nace en Santurce, Puerto Rico, en 1951. Se traslada a Chicago en el 1955, y regresa a Puerto Rico desprovisto de su idioma materno en el 1960. Es poeta, narrador, fotógrafo, y educador. Tiene a su haber los poemarios: At The Tail End Of Dusk (2009), y topography of a desire (2010). Sus poesías han sido recogidas en sobre 250 revistas literarias del 2007 hasta el presente, en inglés y español, desde Venezuela hasta Australia. Actualmente está retirado de la docencia. Ha terminado su última colección de poemas: Wet Stones And Bedbugs In My Mattress, que será publicada en el 2011.
1. ¿Cuáles son tus afinidades estéticas con otros poetas hispanoamericanos?
Buen, en el 1971 yo viajo al Perú. Me auto exilio porque en Puerto Rico están ocurriendo una serie de persecuciones políticas y yo sabía que no iba a encontrar trabajo además de que deseaba estudiar antropología y quería ser misionero. Me fui al Cuzco. Ya conocía a Neruda y otros autores como Vallejo, Borges, Alfonsina Storni, Julio Cortázar, Violeta Parra, pero fue el realismo mágico lo que más influencia tuvo sobre lo que escribo, especialmente en inglés. Conocía la filosofía Brasileña de Paolo Freire: La teología de la liberación. Pero fueron las comunidades remotas del Altiplano Boliviano lo que realmente transformo el concepto de mi propia existencia cambiando todo lo que habría de escribir en el futuro, en especial todo lo concerniente a mi sexualidad. En Bolivia decidí ser escritor queer.
2 ¿Cuáles son las contribuciones esenciales que existen en la poesía
que se hace en tu país que deberían tener repercusión o reconocimiento internacional? Para mí el poeta más grande que Puerto Rico dio en el siglo XX fue Luis Pales Matos. Tenemos que traducirlo a todos los idiomas posible.
Creo que era absolutamente necesario un poeta de la talla de Pales Matos. Nuestra historia fue tergiversada por las sucesivas invasiones imperialistas y nosotros no teníamos claro cual era nuestra composición cultural y racial real. Los últimos invasores nos habían blanqueado todo, incluyendo nuestra cultura. Pales Matos acepto el verso negro y lo incorporo a nuestra conciencia colectiva de pueblo, nos devolvió nuestro cultura africana. Ya no éramos los mismos blancos que nos habían enseñado a ser en nuestras escuelas. Eso liberó nuestra poesía, le dio una musicalidad propia que viajo atreves de las sucesivas migraciones y nos mantuvo unidos e influenciando al resto del Caribe, Norte y Sur América. Todavía tiene vigencia en todo el Caribe la poesía de Pales Matos. Ahora, ya hay tres generaciones de poetas mucho más jóvenes que optan por la experimentación y hasta la poesía neo-negroide.
Pero, no puedo dejar de mencionar la diáspora puertorriqueña y sus poetas, Víctor Hernández Cruz, Willie Perdomo, y Martín Espada. Mentiría si no dijera lo mucho que me han influenciado. A través de sus poemarios me he venido auto-evaluando como escritor. Crecí en los Estados Unidos y aunque nunca tuve la misma experiencia que ellos tuvieron, mi familia nunca fue pobre, su poesía no dejo de marcar quien yo soy como puertorriqueño y hispano. Creo que el dominio de la imagen se encuentra realmente en la poesía de la diáspora puertorriqueña, y por supuesto en todo un ejército de poetisas del patio que son unas monstruas, Mayra Santos-Febres, Rosario Ferrer, Julia de Burgos.
3 ¿Qué impide una existencia de relaciones más estrechas entre los diversos países que conforman Hispanoamérica?
Los gobiernos hispanos de toda América. La prepotencia de nuestro gobierno de querer dar la apariencia de que todo lo podemos. De que entre nuestros políticos no existe la corrupción. La prepotencia de creer que nosotros somos un poco más justos que el resto de Centro o Sur América, de que hacemos las cosas mejor que el resto de América. De que aquí hay más seguridad. Y por supuesto, de que aquí nosotros le podemos expedir una visa de entrada a quien nos dé la gana. Eso no es cierto, aqui nosotros no tenemos esa libertad.
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