Un poco de quebrante
Un poco de quebrante
Quisiste jugar
y por eso
me abriste la boca
habitándome
como un tormenta
de azufre.
Cada beso
me hizo distinto.
No pude marcharme
a dormir,
me quede en el silencio
arruinado
por labios perfectos.
¿Dónde está tu casa ahora
que te he dicho adiós?
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