Cedros y Beatitudes
Que las sombras te lleven.
Que arrastren tus pesados brazos
resurectos y aserrados mil veces.
Hay barracas llenas de niños
esperando que la maquinaria
del mundo haga "clic"
como se suponía que lo hiciera
hace siglos. Ten lastima de aquellos
que se pasan el día temblando.
Su silencio es como el silencio
de las montañas al caer la noche,
o el de las olas al hincharse.
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