Sobre eso de la deuda
Sobre eso de la deuda
Que mi
silencio
nunca
camine sobre
la espalda
dormida
de una
garza.
Que deje
una gota
homeopática
de suerte
en las
aguas temblorosas
de mi
cuerpo.
Lo confieso,
estoy endeudado
a brazos esclavistas.
Confieso, que
probé la fruta
mas no distinguí
lo agrio
de lo
dulce.
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